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Seguro a la propiedad: ¿Necesidad o lujo?

Si estás comprando una vivienda te estarás preguntando si asegurarla es realmente necesario, y en muchos casos la respuesta es sí, ya que en algunas zonas es obligatorio contar con un seguro de propiedad al ser dueño de casa, pero en caso de no ser un requisito indispensable ¿Necesito un seguro de propiedad?.

Primero debemos saber qué es un seguro a la propiedad. Podríamos ver este seguro como un comodín o colchón en caso de que nuestra vivienda sufra algún tipo de daño, bien sea por robo, desastres naturales, accidentes domésticos, filtraciones, incendios, e incluso algunos seguros incluyen responsabilidad civil y coberturas amplias de la propiedad, bienes, equipos electrónicos y accidentes personales.

Por supuesto que al contratar un seguro deberás pagar a la aseguradora una suma de dinero mensual o anual, que si bien no representa un gran desembolso, es la parte que a nadie le gusta, incluso muchos dueños de casa lo ven como un gasto innecesario ya que solo podrán obtener una compensación si ocurre un imprevisto, pero ahora te hablaremos de por qué necesitas un seguro a la propiedad en caso de que estés pensando en comprar una vivienda, y no es solo por los daños que esta pueda llegar a sufrir.

Cuando solicitas un préstamo hipotecario no es obligatorio contar con un seguro de la propiedad, pero sí es recomendable, ya que muchos prestamistas se fijan en esta información a la hora de aprobar un préstamo, esto debido a que tu casa es una inversión para ellos también, y si algo llegara a suceder durante el tiempo que dure el préstamo, es conveniente que estos daños puedan ser solventados oportunamente.

Entonces, ¿Cuándo debo contratar el seguro a la propiedad? Necesitarás tener este seguro al momento del cierre del préstamo, para esto puedes hacer un preacuerdo con la aseguradora y volver el contrato oficial al cerrar el trato.

¿Sigues dudando en contratar un seguro? Aquí te comentamos algunos de los reclamos más comunes que reciben las aseguradoras:

  • Daños por viento y granizo.
  • Incendios causados por rayos.
  • Daños por agua o hielo.
  • Robo y daños por lesiones personales.

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